Si estás leyendo este artículo probablemente ya conozcas la arena de sílice y su problemática en el espacio de trabajo. Antes de entrar en detalle acerca de las tecnologías y herramientas disponibles para llevar a cabo los planes de control a la exposición al polvo de sílice, vamos a repasar lo más esencial de este elemento.
La sílice es un elemento natural muy concurrido en el planeta. Su composición, SiO2 (Óxido de silicio), puede ser encontrada en forma cristalina y no cristalina. Los materiales que contienen sílice no son peligrosos por sí mismos, sin embargo, al trabajarlos generan pequeñas partículas que pueden introducirse al en nuestros pulmones al respirar y dañarlos.
Son muchos los materiales de construcción que contienen sílice: ladrillo, cemento, hormigón, asfalto, etc. Y como hemos dicho, es al trabajarlos cuando se produce el peligroso polvo de sílice al que se exponen los trabajadores de la construcción y otros, ya sea al taladrar, cortar, rectificar… los materiales.
Inhalar polvo de sílice puede provocar por lo tanto enfermedades muy severas como la silicosis (en estos casos, también tuberculosis), cáncer de pulmón, obstrucciones crónicas en el pulmón, enfermedades renales y otros tipos de cáncer. De hecho, la organización mundial de la salud (OMS) clasifica el sílice cristalino como una sustancia cancerígena.
Los niveles de exposición permisibles se establecen entre 0,05mg y 0,025mg, según país e instituciones, lo que indica que se necesita una ínfima cantidad de polvo de sílice para provocar un peligro a la salud. De esta manera, es muy fácil que los trabajadores de aquellas industrias que trabajen con materiales con sílice estén expuestos a niveles de exposición con riesgo. Entonces, ¿Cómo minimizamos la exposición a la arena de sílice?
Nuestro equipo de técnicos profesionales en maquinaria de limpieza nos explica en profundidad las soluciones en materia de maquinaria de limpieza para controlar el polvo de sílice y minimizar la exposición laboral.
Como hemos visto, el polvo de sílice se presenta como un problema en algunos entornos laborales, poniendo en riesgo la salud y seguridad de los trabajadores y a veces, exponiendo a las empresas a potenciales denuncias y multas. Usando la maquinaria y tecnologías adecuadas, podremos conseguir entornos de trabajo saludables y seguros, que aumenten la productividad laboral y cumplan con las normativas vigentes.
FREGADO EN CHARCO
Podemos controlar la exposición al polvo de sílice usando una cantidad de agua abundante a la hora de limpiar los suelos. Las fregadoras de conductor a pie y sentado son la herramienta más adecuada a la hora de encharcar el suelo, ya que pueden usarse para cubrir el suelo de agua. De esta manera, impedimos que el polvo se disperse en el aire.
Después de cubrir el suelo con agua abundante, usaremos la función de aspiración para eliminar el polvo ya húmedo del suelo.
BARRIDO CON PULVERIZADOR (HÚMEDO)
El barrido húmedo se consigue incorporando un pulverizador en las barredoras de conductor sentado y es muy eficiente a la hora de eliminar el polvo de sílice. El agua del pulverizador va dirigida a la parte frontal de la barredora, donde se encuentra el polvo que vamos a barrer y los cepillos. Así, el polvo de sílice se mantiene húmedo hasta que es recogido con filtración HEPA.
Deberemos llevar a cabo un mantenimiento adecuado y constante así como usar la máquina siguiendo las instrucciones del fabricante para conseguir un rendimiento constante. La vida útil del filtro HEPA es de hasta 6 meses dependiendo del uso.
ASPIRACIÓN CON FILTRO HEPA
Una forma muy eficaz de eliminar el polvo de sílice es hacerlo desde su origen. Podemos usar aspiradores con filtro HEPA para eliminar el polvo de sílice en estas ocasiones, aunque si trabajamos con grandes cantidades de polvo de sílice, lo mejor será acompañar la aspiración con un barrido húmedo o fregado con agua abundante.
A la hora de vaciar el filtro, el lugar dependerá de la normativa que hayamos establecido en nuestras instalaciones para el vertido de residuos.
BARRIDO CON FILTRACIÓN HEPA (EN SECO)
Este método sólo deberemos usarlo cuando los demás métodos (barrido húmedo, aspiradora HEPA y fregado con agua abundante) no sean factibles. Para esta tarea podemos disponer de barredoras con filtro HEPA, tanto de conductor a pie como sentado. Para proteger más al operador de la máquina durante el barrido, las barredoras también pueden equiparse con cabinas en algunos modelos.
Sólo optaremos por el barrido en seco cuando la organización tome la determinación de que no es posible implantar los demás métodos de control del polvo de sílice expuestos anteriormente. Además, será aconsejable comprobar que los filtros HEPA estén certificados por el proveedor.
ADEMÁS, ACOMPAÑE LA LIMPIEZA DE UN BUEN PLAN DE CONTROL
Para controlar la exposición al polvo de sílice, debemos partir de un plan de control integrado, que deberemos hacer teniendo en cuenta el entorno y las características específicas de nuestra organización. Este plan deberá incluir desde la maquinaria a utilizar en cada caso hasta las diferentes medidas de control del polvo.
En MAFS, te ayudamos a encontrar la máquina que más se adapta a las necesidades de tu organización. Nuestras soluciones pueden ayudarte a conseguir un entorno saludable y seguro, y a cumplir con la normativa respecto a la exposición al polvo de sílice. Contamos con venta y alquiler de este tipo de barredoras y fregadoras.
¿Quieres un estudio de las necesidades de tus instalaciones? Contacta a través de la sección de contacto en nuestra web y no dudes en llamarnos o escribirnos.